Por: Nataly Carrasco Vaca
En los momentos de dolor físico no solo sufre el cuerpo, sino en alma, la angustia de conocer las penurias que atraviesan sus familiares para conseguir los medicamentos y cubrir los gastos hospitalarios en medio de la crisis económica que atraviesa Bolivia, se convierte en una pesada cruz que lleva a la desesperación.
Sin embargo, en medio de este escenario, Dios no permanece indiferente ni ciego ante el sufrimiento; por el contrario, infunde un espíritu de amor y servicio en personas que actúan como ángeles de bata blanca en la tierra. Muchas veces no son médicos ni enfermeras, pero ven el rostro de Dios reflejado en tantos rostros que sufren. Este laicado, compuesto mayoritariamente por mujeres, y acompañado espiritualmente por el Capellán del Hospital de Clínicas P. Andrés Zambrana conforma la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de La Paz, que con gran compromiso acompaña a los enfermos más necesitados y a sus familias, brindándoles atención con amor, respeto y diligencia.
Todos somos Iglesia
En camino sinodal, todos somos iglesia. En 1 Corintios 12, 28, san Pablo afirma que, en la Iglesia, hay algunos que han recibido el don de hacer milagros, el don de curar, el don de socorrer a los necesitados, el don de gobernar y el don de lenguas. Estos dones repartidos resumen el rol que cumple cada bautizado como parte fundamental del Pueblo de Dios que cumple su misión en el mundo.
Conscientes de esta corresponsabilidad dentro de la Iglesia, el Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI), a través de su línea de acción de formación bíblica, teológica y sinodal ha propiciado espacios de enseñanza— aprendizaje para fortalecer los contenidos teóricos y prácticos referidos al rol del laico en la Iglesia Sinodal.
Conscientes de la importancia de este servicio, la Pastoral de la Salud en La Paz solicitó capacitación en este tema. La invitación fue atendida por Ramiro Callizaya, responsable de la línea de formación mencionada, quien junto con Nataly Carrasco, responsable de comunicación de CEPROLAI, han compartido contenidos relacionados con la temática, fomentando un ambiente de reflexión y diálogo conjunto.
La sinodalidad en la Iglesia Católica denota el estilo propio que caracteriza su vida y misión. Se basa en la idea de que la Iglesia es el Pueblo de Dios que camina unido y se reúne en asamblea, convocado por Jesús y guiado por el Espíritu Santo, para anunciar el Evangelio. Es el modo habitual de vivir y actuar de la Iglesia, manifestando su naturaleza de comunión cuando todos sus miembros caminan juntos, se reúnen y participan activamente en su misión evangelizadora.
“¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría. Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo”1 Corintios 12, 26-27.







