Por: Nataly Carrasco Vaca
Dos encuentros de formación para seguir difundiendo los contenidos del Sínodo de la Sinodalidad en la vida de la Iglesia. El Centro de Promoción del Laicado (CEPROLAI) representado por Erika Aldunate y Ramiro Callizaya, facilitó espacios de reflexión junto a la Comunidad Jesuita de Bolivia y con la Vicaria de Munaypata de la Arquidiócesis de La Paz. Durante estas jornadas, se abordaron temas como la Sinodalidad, el rol de la mujer en la Iglesia y la corresponsabilidad laical.
Una Iglesia en camino y en escucha
Bajo la consigna “Una Iglesia en camino y en escucha”, los jesuitas de la provincia de Bolivia acogieron con gran interés el valioso testimonio de Erika Aldunate, teóloga y laica boliviana, durante el primer día de su Reunión Anual, celebrada el pasado 1 de julio. Aldunate compartió su experiencia de participación en el Sínodo de la Sinodalidad, subrayando que este proceso es una expresión concreta del Concilio Vaticano II. La ocasión fue propicia para invitar a los religiosos a reflexionar sobre los desafíos, esperanzas y búsquedas en la vida de la Iglesia, según una publicación de la página de Facebook Jesuitas Bolivia.
Por su parte Erika Aldunate destacó que sus principales aportes durante las Asambleas del Sínodo de la Sinodalidad estuvieron centrados en aspectos de la Teología Trinitaria, Mariología y Cristología, pero desde la mirada de una mujer laica boliviana de 24 años de servicio a la Iglesia paceña, boliviana. Ha sido importante que ellos sepan mi participación como docente en el Seminario y en la Universidad Católica Boliviana San Pablo, Sede La Paz y el trabajo en el CEPROLAI, con el laicado de a pie de las laderas, manifestó Aldunate.
La teóloga boliviana dio a conocer que los jesuitas le preguntaron cómo avanza la socialización del Sínodo de la Sinodalidad en la Iglesia boliviana. Ella respondió que no es un proceso fácil, ya que solo son dos personas bolivianas que participaron directamente en el Sínodo. Sin embargo, sostuvo Erika Aldunate que cuenta con el apoyo del equipo de trabajo del CEPROLAI para continuar difundiendo este proceso a través de proyectos y programas, compartiendo con grupos grandes y pequeños, así como con comunidades religiosas. Estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para que el Sínodo sea ampliamente socializado.
El rol del laico en la Iglesia sinodal
En la Vicaría de Munaypata congregada en la parroquia de El Salvador organizó el taller “El rol del laico en la Iglesia Sinodal”. Participaron alrededor de 30 personas de las parroquias: La Asunción de Villa Victoria, Santa María de Pura Pura y Apostol Santiago en Munaypata.
El taller se desarrolló durante los días 4 y 5 de julio con la participación de Erika Aldunate como una de las representantes bolivianas en las asambleas del Sínodo de la Sinodalidad en Roma.
La reflexión se centró en el Sínodo de la Sinodalidad, con el propósito de comprender el significado de la sinodalidad y cómo podemos vivirla en nuestras comunidades, según informó Ramiro Callizaya, responsable de la línea de acción de formación teológica de CEPROLAI.
Según Ramiro Callizaya, el tema que generó mayor interés entre los participantes fue la sinodalidad, ya que comúnmente se piensa que se trata de un evento con un inicio y un fin definidos. Por ejemplo, el Sínodo de la Sinodalidad convocado por el Papa Francisco se desarrolló entre 2023 y 2024, mientras que el Sínodo Diocesano de la Arquidiócesis de La Paz comenzó en 2022 y concluirá en 2026. Por ello, podría parecer que la sinodalidad es simplemente un acontecimiento puntual; sin embargo, en realidad, la sinodalidad es una forma de ser de la Iglesia que implica caminar juntos.
Tras la realización de este taller, los participantes manifestaron una mayor claridad sobre el tema y compartieron diversas experiencias de caminar juntos, reflejadas en actividades concretas. Un ejemplo destacado fue la participación laical en la festividad del Corpus Christi, donde se evidenciaron rasgos claros de sinodalidad en el proceso organizativo, llevado a cabo de manera armoniosa.
CEPROLAI, La Iglesia es comunidad, la sinodalidad es compromiso