Por: Nataly Carrasco Vaca
«Generación comprometida con la creación» es un llamado urgente y esperanzador que la enseñanza social católica dirige a los jóvenes. Los invita a ser guardianes responsables de la naturaleza, un regalo hermoso de Dios que merece nuestro amor y cuidado. En sintonía con este mensaje, el Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI), a través de su línea de acción en Medio Ambiente, impulsa iniciativas de formación inspiradas en la encíclica Laudato Si, alentando a vivir una fe que transforma y protege nuestro hogar común.
La formación, realizada los días 11 y 12 de noviembre, generó un gran interés entre los estudiantes de Secundaria del Colegio Desmaissieres RR Adoratrices. Además, se invitó a toda la comunidad educativa a unirse en la Campaña de reciclaje de botellas PET, una iniciativa que no solo apoya un emprendimiento local y fomenta el uso de lápices ecológicos, sino que también promueve un impacto ambiental positivo.

Reciclar botellas PET reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono y el consumo de energía en comparación con la producción de plástico nuevo, ayudando así a cuidar nuestra “Casa Común” y construir un futuro más sostenible para todos, según destacó Amanda Ajata, responsable de esta línea de acción en CEPROLAI.
Ajata manifestó que, basándose en la Biblia y las encíclicas papales, a través de la Laudato Si se busca generar un compromiso que implica reconocer que los seres humanos colaboran con Dios en la creación. Este invita llamado a cambiar nuestra actitud hacia el cuidado del medio ambiente y a trabajar unidos entre generaciones para enfrentar los retos ecológicos.
Esta visión refleja la ecología integral de la Iglesia, que ve la protección del planeta como inseparable de la justicia social, la paz y la fe. La ecología integral es una mirada holística que reconoce la conexión profunda entre lo ambiental, lo social y lo económico, llamando a una conversión ecológica ya un cuidado responsable de nuestra “Casa Común” en comunión con Dios y con todos los seres vivos.
«Alabado mares, mi Señor, por la hermana, nuestra madre tierra, la cual nos sustenta y produce diversos frutos» (cántico de las criaturas).





