Por: Nataly Carrasco Vaca
El 29 de diciembre de 1925 se fundó canónicamente la Parroquia Santa Ana de Huanuni, un municipio reconocido por su profunda práctica religiosa integrada en la cultura local. Esta fe se entrelaza con el folclore y las tradiciones de esta comunidad minera, que, por primera vez, es sede del LIV Encuentro Departamental de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) de Oruro: campo, mina y ciudad, evento que se celebrará del 13 al 16 de noviembre.
Con cantos en aimara y quechua y el sonido de instrumentos musicales autóctonos, más de 600 personas (entre mujeres, hombres, jóvenes y niños) se unieron en una peregrinación llena de profunda algarabía y devoción. La marcha culminó en el Coliseo local para dar inicio a la agenda del viernes 14 de noviembre. Entre las actividades, la directora del Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI), Erika Aldunate, compartió una exposición sobre el Sínodo de la Sinodalidad.
Utilizando la metodología sinodal de “Conversación en el Espíritu” se propusieron a los participantes dos preguntas fundamentales para el trabajo: ¿Qué sueñas para la Comunidad Eclesial de Base (CEB) a la que perteneces y qué obstáculos hay que afrontar para alcanzar dicho sueño? Esta dinámica se llevó a cabo mediante la formación de alrededor de 30 pequeños grupos de escucha y diálogo fraterno.
Este año se conmemora el Año Jubilar por el centenario de la creación de la diócesis. Anteriormente, esta región formaba parte de la jurisdicción de Chuquisaca, pero debido a la considerable carga pastoral que enfrentaba el obispo de esa diócesis, no era posible brindar una atención adecuada. Por ello, hace 100 años, Oruro recibió a su propio obispo, quien desde entonces se dedica a acompañar y cuidar a la comunidad junto a sus pastores.
Tal como expresó la hermana Erika, es fundamental mantenernos siempre unidos. Aunque esta tarea no sea sencilla, con el amor de Dios y la confianza en las enseñanzas de Jesús, es posible encontrar el camino para caminar juntos.
Por la tarde, cada comunidad preparó sus cantos para expresar su oración y alabanza, acompañados también por los sacerdotes.
Fuente: Pilar Cabero
Fotografías: Karen Cabero
