Por: Nataly Carrasco Vaca
Jesús en ti confío no es solo una frase, sino el eco profundo de una fe viva, afirmó con convicción Mons. Luis Durán, Obispo Auxiliar de La Paz. Sus palabras resonaron durante la Eucaristía, Adoración y Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, celebración enmarcada en el Año de la Espiritualidad del Sínodo Diocesano de la Arquidiócesis de La Paz.
El mencionado espacio de espiritualidad desarrollado en la Capilla “El Carmen” cada primer viernes de mes en esta ocasión se dejó llevar por la corriente de gracia que brota del Espíritu Santo, sello distintivo de la Renovación Carismática Católica.
El corazón de Cristo es la imagen visible del amor infinito de Dios, enfatizó el Obispo; al confiar en Él, la persona reconoce que la misericordia y la salvación brota del propio Corazón de Jesús. Por tanto, la oración «Jesús, en ti confío» no se puede reducir a simples palabras, sino a una declaración de fe que coloca a Jesús como el único refugio y fuente de esperanza.
Sean humildes de corazón significa servir a los demás, ponernos en su lugar y dar gracias al Señor por darnos la oportunidad de utilizar nuestros carismas en sus distintas expresiones sin olvidar que hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
Cuando pronunciamos “Sagrado Corazón de Jesús en ti confío” al contemplar su imagen en un cuadro, evocamos las palabras de Jesús al enfermo de lepra: Levántate, vete; tu fe te ha salvado. Esa imagen sagrada nos invita a recordar que Jesús está siempre presente, acompañándonos en cada paso, dispuesto a consagrar nuestras vidas, nuestras familias, la sociedad y nuestro país bajo su amor y protección misericordiosa.
A poco de vivir la segunda vuelta de las Elecciones Generales en Bolivia, recordamos con respeto y esperanza los 100 años de la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús, evocó Mons. Luis Durán. En este momento crucial, elevamos nuestra oración para pedir que nuestras autoridades se comprometan a trabajar incansablemente por los más necesitados. Bolivia anhela renovarse a través de la consagración al Corazón de Jesús, para que desaparezcan los males que la aquejan: la violencia, la injusticia y la falta de diálogo y comprensión fraterna entre hermanos, hijos todos de un mismo Dios.
En la encíclica Dilexit nos el Papa Francisco señala que la oración popular dirigida al Corazón de Cristo dice simplemente: «Jesús, confío en ti». Él explica que esa confianza no depende de nuestras fuerzas, sino de la “infinita misericordia de un Dios que nos ama incondicionalmente”.
La Eucaristía concluyó con un profundo momento de adoración al Santísimo Sacramento y la Consagración de la Renovación Carismática Católica de La Paz al Sagrado Corazón de Jesús.