Por: Nataly Carrasco Vaca
Ser ministro extraordinario de la Comunión significa brindar esperanza y alivio a quienes más lo necesitan; es un servicio entregado con amor a los más vulnerables, afirmó el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de La Paz, Mons. Luis Durán, durante su homilía en la Eucaristía, adoración y consagración al Corazón de Jesús que se celebra cada primer viernes de mes en la Capilla El Carmen, y que este 6 de junio congregó a los ministros de la Comunión.
Consagrarnos al Sagrado Corazón de Jesús, sostuvo el Obispo, significa cumplir con las obras de misericordia corporales y espirituales, además de participar de la divinidad de Dios Padre a través de nuestro Señor Jesucristo.
Consagrarse es ofrecer nuestra vida y, siguiendo la enseñanza de Jesús, dejar de lado el mal y el egoísmo para limpiarnos y purificarnos. Consagrarnos es prepararnos para llevar dignamente la Sagrada Eucaristía, manifestó Mons. Durán.
Este espacio de oración, adoración y consagración se celebra con el apoyo logístico del equipo del Centro de Promoción del Laicado “Ricardo Bacherer” (CEPROLAI) como parte del llamado Año de la Espiritualidad, en el marco de la tercera etapa del Sínodo Diocesano de la Arquidiócesis de La Paz.
Que se muestre el rostro del Señor
Que, al pronunciar los ministros extraordinarios de la Comunión las palabras “el Cuerpo de Cristo”, ellos mismos desaparezcan, y sea el rostro del Señor el que se manifieste a esos hermanos que necesitan sentirse amados en la comunión, es el deseo del Vicario Pastoral de la Arquidiócesis de La Paz, P. Juan José Orellana.
Del 2 al 7 de junio, según informó el P. Orellana, se llevó a cabo el curso de preparación para los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión de la Arquidiócesis de La Paz. La institución de este ministerio está prevista para el domingo 8 de junio, en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de La Paz.
El Vicario Pastoral también destacó que, entre ministros antiguos y nuevos, se han formado alrededor de 260 personas. Fue una semana muy bendecida, caracterizada por la participación activa y el constante deseo de aprendizaje de los asistentes. Es motivo de alegría constatar que jóvenes se están involucrando en este servicio, dedicado especialmente a nuestros hermanos enfermos y ancianos que, por diversas razones, no pueden participar presencialmente de la Sagrada Eucaristía. Los frutos de esta formación se reflejarán en cada parroquia, que se verá beneficiada por el compromiso y la preparación de sus ministros.
Los temas abordados en la mencionada formación incluyeron: “Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío”, autoestima y pastoral del duelo; “Las prácticas de un ministro extraordinario de la Santa Comunión en las visitas a enfermos en domicilio y en centros de salud”; y “El servicio de los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión a imagen de Jesús”, entre otros.
